Marketing y Coaching. «Walking» de la mano.

En un inicio el marketing tenía como objetivo vender todo aquello que las empresas producían  a las personas que estaban dispuestos a comprarlo. Todo estaba estandarizado. Se buscaba la reducción de costes logrando ofrecer precios más accesibles para los consumidores. Henry Ford lo dejó reflejado muy bien en su famosa frase: “cualquier cliente puede tener un coche pintado de cualquier color siempre y cuando sea negro”. Vivíamos el marketing 1.0.

Con la llegada de la era de la información, el marketing evolucionó. Los consumidores tienen fácil acceso a documentarse y poder comparar las distintas ofertas de los productos. El marketing se centra en el cliente. El cliente es el que manda y las empresas buscan satisfacerles. El marketing 2.0 se orienta hacia el consumidor. Se realizan campañas buscando llegar a la mente y el corazón del consumidor pero de manera pasiva.

En los últimos años empezamos a detectar una nueva evolución del marketing. El marketing 3.0 que el gran Philip Kotler ha reflejado en su libro de manera grandiosa. En esta etapa el marketing se centra en los valores. Curioso. Cuando oímos que existe una crisis de valores a nivel mundial, el marketing se centra en ellos. Los consumidores son considerados como seres humanos. Como dice Kotler en su libro las empresas empiezan a aceptar que los consumidores tienen inteligencia, corazón y espíritu. Los consumidores buscan empresas que su misión, visión y valores coincida con la de ellos. Quieren saber de qué manera las empresas respetan el medio ambiente, no usan mano de obra infantil para fabricar sus productos, realizan acción social,… Ya no solo buscan una satisfacción funcional como pasaba en el marketing 1.0, o emocional como en el marketing 2.0, ahora también buscan una satisfacción espiritual.

Las empresas buscan la satisfacción de los consumidores, lo mismo que en el marketing 2.0, pero ahora buscan aportar soluciones y colaborar en la construcción de un mundo mejor. Coca-Cola lanza su Instituto de la Felicidad, Campañas en las que se refleja la ecología de lo fabricado o el uso de parte de los beneficios para una campaña social, patrocinio de campañas solidarias,…Fíjate hoy en todas las campañas de publicidad que veas e identifica cuántas de ellas realizan esas «acciones espirituales». Te sorprenderás.

Kotler identifica el marketing espiritual como una de las tres fuerzas que impulsa el marketing 3.0. En él identifica a esa serie de personas dentro de la sociedad que utilizan el hemisferio derecho y que trabajan en sectores como la ciencia, las artes o los servicios profesionales. Aunque en número suponen mucho menos que las personas que utilizan el hemisferio izquierdo, se están convirtiendo, cada vez más, en una parte dominante de la sociedad. Son personas que influyen en los demás mediante su estilo de vida, su manera de pensar. No basan su éxito solo en la obtención de grandes cantidades de dinero. Colaboran con otros en hacer un mundo mejor. Usan la tecnología para estos fines.

Como dice Zohar, también reflejado en el libro de Kotler, la creatividad es lo que diferencia al ser humano de las demás criaturas del planeta.

Estas personas creativas invierten la pirámide de Maslow dando más importancia a la autorrealización.

Esto me lleva a considerar que coaching y marketing  van de la mano. Para empezar, ambos términos, transmiten movimiento, acción. El marketing que hoy empieza a ponerse en práctica por parte de algunas empresas, busca la felicidad de los consumidores. No va nada desencaminado con el posible objetivo de un proceso de coaching ¿no? Existe un gran número de personas que han dejado de dar importancia a lo material y valoran cada vez más la parte espiritual (unos obligados por las circunstancias, otros por decisión propia). Algunas empresas están en pleno proceso de transformación y empiezan a valorar también la parte espiritual. No solo buscan un resultado. Se preocupan, y ocupan, en identificar cómo se logra ese resultado. Hace unos años era de locos si se proponía a una empresa herramientas para medir el índice de felicidad de la misma. Hoy, algunas nos lo piden y nos reciben con los brazos abiertos cuando se lo presentamos en una reunión.

 En la etapa en la que vivimos en las que cada vez vemos más publicaciones sobre potenciación de marca personal ¿qué parte es marketing y qué parte es coaching?

Algunos son de la opinión del riesgo que corremos los coaches, transmitiendo una imagen positiva, de mundo feliz, de ¿”happy flower “? que no corresponde con la realidad. Cierto es, no deja de ser en parte marketing. Los que dicen esto, puede que ellos no lo realicen de manera individual, pero puede que lo esté realizando la empresa para la que trabajan. Opino que la sociedad está necesitada de buenas noticias, necesitan enriquecer esa parte espiritual. Marketing y Coaching deben ir acompañados en esa misión. Solo hay que hacer recuento del boom de los centros de coaching, de talleres de desarrollo personal, de seminarios de inteligencia emocional… por cierto ¿no hacen marketing ellos para llenar los mismos?

Nos hemos obcecado tanto en el árbol del bien y del mal que nos hemos olvidado del árbol de la vida. (Raimon Panikkar)

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